Sí, la vuelta a la rutina ya es toda una realidad y, con la mejor de las suertes, algunas estarán apurando (insistimos, unas pocas, pero muuuuy afortunadas) los últimos días de jornada intensiva. Pero lo habitual es que las vacaciones ya las tengamos más que olvidadas y la mayoría nos encontremos adaptándonos de nuevo a las largas jornadas laborales que nos exige nuestro puesto de trabajo. Y aunque esto es inevitable y nos debemos a nuestros horarios, muchas veces no somos conscientes de que somos nosotras mismas las que, en buena medida, no sabemos gestionar de manera correcta las horas que pasamos delante del ordenador.
Una gestión eficaz del tiempo no sólo puede ayudarnos a ser más productivas en el trabajo, sino que también puede apoyarnos a la hora de encontrar el equilibrio adecuado (y tan ansiado) entre el tiempo que pasamos en la oficina y nuestros compromisos personales, nuestros momentos de ocio o el tiempo en familia. Conceptos como la disciplina o nuestra capacidad de priorizar el trabajo son aspectos claves, pero además existen técnicas y algunos «truquitos» que pueden resultarnos verdaderamente efectivos a la hora de manejar las horas que pasamos en nuestro puesto de trabajo.
Te animamos a descubrir unos pequeños ajustes que, si te lo propones, pueden ayudarte a mejorar tu día a día en la oficina.
Organizarse y ser siempre puntual
La clave para casi todo en la vida está en organizarse. Por lo tanto, siempre que puedas, organiza con antelación tus tareas y evita dejar las cosas para última hora. ¡Que ya vendrán mil imprevistos para hacerte perder el tiempo!
¿Algún consejo para organizar mejor tu tiempo y llegar puntual al trabajo? Aunque muchas veces es una cuestión difícil, intenta preparar tu ropa para ir a trabajar la noche antes. Si te cuesta mucho decidirte a la hora de llevar a cabo esta tarea, no dejes de leer nuestro post para acertar con tu look para ir a trabajar. Podrás coger las mejores ideas para no perder tiempo en luchar cada mañana contra el fatídico «qué me pongo» y, además, podrás lucir tu mejor estilo.
Aquí, el mejor complemento para tus look de oficina no es otro que un buen reloj. Los tienes en todos los estilos y modelos, por lo que no tendrás excusa para no estar a tu hora cada mañana en la oficina y aprovechar bien el día (porque, «a quien madruga, Dios le ayuda», no?).
Haz una lista de tareas
Porque, incluso antes de encender el ordenador, una agenda y un bolígrafo de los de toda la vida son las herramientas más útiles a la hora de abordar el principio de la jornada. Concéntrate y anota una por una todas las tareas que tienes que hacer durante tu día de trabajo o los hitos que debes cumplir en un corto o medio plazo (por ejemplo, las tareas más importantes o el planning de actividades previstas para la semana). Con tareas claras y concretas será mucho más fácil organizarte y trabajar de manera productiva.
Prioriza el trabajo
Ahora que tienes tu lista de tareas pendientes en la mano, una cuestión imprescindible y que, sin embargo, muchas veces nos cuesta muchísimo hacer es la de priorizar el trabajo. Y es que, aunque un día de trabajo normalmente viene cargado de algún que otro imprevisto y de giros inesperados (sí, como esas reuniones de solo diez minutos que se alargan durante toda la mañana), es importante tratar de priorizar las tareas y, a pesar de esos imprevistos adicionales, evitar distraerse con actividades o cuestiones innecesarias. La idea es clara: céntrate en todo momento en las tareas pendientes y no te dejes llevar por asuntos que no merecen la pena.
Aplica en el trabajo tu estilo de vida
Si optas por adoptar en tu vida rutinas saludables como acostarte temprano, dormir 8 horas, llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio o meditación… seguro que afrontas tu día a día en el trabajo de una manera mucho más positiva y, por tanto, productiva.
Si estás bien contigo misma, tendrás éxito en todo lo que haces y, además, lo disfrutarás mucho más. Y, aunque te cueste creerlo, esto también es posible en tu trabajo.
Momentos para descansar nuestra mente y pensar
Algo que no siempre hacemos, abrumadas sobre todo por el estrés y el frenético ritmo de nuestro día a día, es pensar y evaluar el trabajo realizado, planificar el que está por venir o dedicar un tiempo para innovar o, en definitiva, ser más eficientes y creativas en nuestro puesto de trabajo.
Esclavas del mail
Aprende a utilizar correctamente el correo electrónico y deja de ser una esclava de tu bandeja de entrada. Determina los momentos de la jornada en los que vas a dedicarte a revisar el correo y establece las prioridades y la gestión de tu comunicación por esta vía. Porque, seguro, tu trabajo implica muchísimas más cosas que leer mensajes constantemente o contestarlos. Así que céntrate en todo momento en las tareas que requieren tu atención y aprende a darle al correo electrónico el lugar que se merece. Solo aplicando este consejo le ganarás un montón de minutos a tu día… ¡o, al menos, dejarás de perderlos!