Joyeria Sanchez – Blog

Porque ellos también van de boda

Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que con la llegada de la primavera también comienza la época de más bautizos, bodas y comuniones del año. De este modo, si todavía no has tenido la oportunidad de sacar a relucir tu mejor corbata, lo más probable es que ya estés organizándote para asistir a la boda de tu mejor amigo o de tu primo, que se casa… ¡en dos semanas!

Lo normal es que, según se vaya acercando la fecha de la celebración (o celebraciones) que nos haya caído en gracia, comencemos a pensar en qué ponernos para la ocasión (unos con más tiempo, otros con el evento en cuestión a la vuelta de la esquina). Y aunque lo más habitual es que los hombres lo tengan más fácil a la hora de escoger su look para ir de fiesta, ya que sus opciones suelen ser más limitadas, siempre viene bien recordar qué dicta el protocolo y, por qué no, qué opciones y complementos pueden dar más juego a la hora de marcar un estilo propio.

Porque no solo de trajes azules y de corbatas de rayas vive el hombre y, aunque el protocolo y la etiqueta se han hecho para respetarse, podemos completar nuestro outfit con algunos toques sutiles que, bien escogidos, pueden marcar la diferencia.

Pero vayamos por partes…

 

¿Traje, chaqué o frac?

Aquí el protocolo sí juega un papel importante. Mientras que el chaqué es para bodas de día (y habitualmente es una prenda exclusiva para el novio, el padrino y los testigos), el frac se reserva para bodas muy, muy formales, y de noche. Por otro lado, el traje es la opción más acertada para casi todas las ocasiones (siempre que la invitación no especifique cualquier otro requerimiento en cuestión de etiqueta).

 

 

El color del traje y la camisa

Lo más correcto es intentar llevar un traje azul marino o gris marengo. No obstante, podemos plantearnos algunas opciones alternativas, teniendo siempre en cuenta si la celebración es por la mañana o por la noche. Si el evento es a lo largo del día, lo recomendable es que el traje sea de colores más claros, como los grises, azules, marrones o tostados. Por el contrario, si se trata de una boda de noche, habría que decantarse, sí o sí, por tonos más oscuros, como el gris marengo, el azul navy o el negro.

Una vez decidido el color del traje, lo ideal, y lo más sencillo, es combinarlo con una camisa de un solo tono que nos permita jugar con el resto de complementos. Si tienes dudas, elige siempre una camisa blanca. ¡No falla y pega prácticamente con todo!

 

 

¿Corbata o pajarita?

La corbata es uno de los complementos que ofrece más libertad. Elige un color que te favorezca y un estilo acorde a tu personalidad, ¡y ya está, así de sencillo!

Como recomendación: intenta que no sea una corbata estridente, con motivos exagerados o de un color que choque con el traje que hayas escogido para la ocasión.

Otra alternativa para los más atrevidos es la pajarita, muy de tendencia en los últimos años (aunque protocolariamente es la prenda que acompaña al esmoquin). Como consejo, ten en cuenta que solo es recomendable para bodas de día y trata de optar, al igual que con la corbata, por un diseño discreto, que no destaque demasiado y que combine con el color del traje.

 

 

El quid de la cuestión: los complementos

En primer lugar, los zapatos, preferiblemente Oxford y a tono con el cinturón. En color negro si es posible, aunque si la boda es un poco más informal y has optado por un traje en tonos azules puedes inclinarte por unos zapatos marrones.

Finalmente, tienes la opción de acompañar tu look con un amplio abanico de complementos con los que puedes arriesgar para darle a tu atuendo un aire más original o sofisticado, según sea el caso: gemelos, pañuelos, calcetines y, por supuesto, un buen reloj, el aliado perfecto sea cual sea tu elección.

 

 

Otros consejos a tener en cuenta:

 

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